Pope Leo XIV offers a blessing during his first Mass as pope with the cardinals who elected him in the Sistine Chapel at the Vatican May 9, 2025. (CNS photo | Vatican Media)

Habemus Papam!

Mientras el sol se ocultaba detrás de la cúpula de Miguel Ángel, el Pueblo de Dios reunido en la plaza de san Pedro se dejaba deslumbrar por la tierna sonrisa del nuevo sucesor del Príncipe de los Apóstoles, quien asomado en la logia central de la Basílica, saludo al mundo por primera vez como Vicario de Cristo con las primeras palabras de Cristo Resucitado: «La paz este con [todos] ustedes».

Como ha sucedido durante los últimos 2,000 años, en la tarde del 8 de mayo de 2025, la máxima «Ubi Petrus, ibi Ecclesia» cobraba vida una vez más en la persona del Papa León XIV. Esta frase, acuñada por San Ambrosio, cuya elocuencia y testimonio inspiro a san Agustín, se vivía de lleno y de manera colectiva entre los miles de fieles reunidos en torno a la tumba del príncipe de los apóstoles para presencia un momentico histórico: el primer papa estadounidense en la historia de la Iglesia.

Allí, en medio de un estallido de aplausos y un mar de fieles cuyas lagrimas expresaban agradecimiento y filial devoción al nuevo Pontífice, resplandecía la «hermosura tan antigua y tan nueva» del Cuerpo Místico de Cristo, la esposa del Crucificado: Una, Santa, Católica, y Apostólica. Tras la famosa frase: «Annuntio vobis gaudium magnum: habemus Papam!» la Iglesia Católica, una vez más, trazo una línea ininterrumpida de sucesión, desde san Pedro hasta Roberto Francisco Prevost, nacido en EE.UU. pero con un corazón esculpido por sus casi cuarenta años de ministerio en Latinoamérica, particularmente en el Perú.

El nombre que escogió como Sumo Pontífice es una ventana que nos permite conocer algunos detalles acerca de su persona y, más aún, acerca de los puntos de enfoque de su pontificado. Su predecesor, León XIII, otorgo a la Iglesia la primera encíclica sobre la justicia social, Rerum Novarum, así fundamentando y dando cuerpo a temas centrales de la doctrina de la Iglesia Católica, como lo son la dignidad del trabajador y de cada ser humano, la propiedad privada, y el derecho natural, entre otros.

Evidentemente conmovido ante el despliegue de alegría y cariño por parte de los fieles que abarrotaron la plaza de san Pedro esperando la fumata bianca que anunciaría la elección del nuevo Vicario de Cristo, el Papa León XIV hizo referencia al legado del Papa Francisco y extendió una invitación a todos a seguir trabajando por «una paz desarmada y desarmante» y a ser una Iglesia que, a imagen de la columnata de Bernini, abraza y acoge a todos lo que necesitan de «nuestra caridad, nuestra presencia, el dialogo y el amor».

Antes de impartir la tradicional bendición Urbi et Orbi el nuevo Pontífice imploro la intercesión de nuestra Santísima Madre, la Virgen María, en cuya fiesta litúrgica bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario de Pompeya, el purpurado ascendió al solio de Pedro. Para muchos su elección es una síntesis de los últimos tres Pontífices y una señal clara y visible de la mano de Dios, la cual dirigió las mentes y los corazones de los Cardenales-electores durante el conclave. A través de su saludo demostró la energía que era visible en Juan Pablo II; por medio de sus palabras, sencillas y a la vez profundas, nos recordó el gran intelecto de Benedicto XVI; y con su sonrisa reavivo en nuestros corazones la ternura de Francisco.

Como católicos, recordamos tambien nosotros las palabras de san Agustín, Padre y Doctor de la Iglesia, citadas por el nuevo Pontífice, y damos gracias a Dios por habernos dado, en la persona del Papa León XIV, un hombre que «con nosotros es cristiano y para nosotros es Obispo». Que el Señor bendiga y fructifique la misión del nuevo Obispo de Roma, para que al presidir sobre la Iglesia de Dios con claridad y caridad, sea signo visible de la comunión que nos une como discípulos misioneros de Jesucristo cuya meta es el cielo.

Ad multos gloriosque annos, Leonem XIV!


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Statement of Bishop Kevin J. Sweeney, Bishop of Paterson, on the election of His Holiness Pope Leo XIV, May 8, 2025

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